El día 01 de diciembre del 2022 en el Centro Comunitario Noj Naj, en la localidad Chaksinkín, se inauguró la Casa de la buena semilla de las Guardianas y los Guardianes de semillas del sur de Yucatán. Al evento asistieron guardianes, organizaciones y personas aliadas que han acompañado al colectivo en su largo y comprometido proceso de 20 años. Con una ceremonia maya guiada por líderes comunitarios de la región y de Guatemala, la casa fue inaugurada y recibió las mejores intenciones de todas las personas ahí presentes.
Margarita Noh Poot, Representante Legal de Misioneros A.C. y guardiana de semillas, comentó que la Casa significa lo que han construido y que es un símbolo de conservación, de unidad, de fortalecimiento, de saberes y de herencia. Se sembraron 13 piedras que corresponden a los niveles y a las 13 coyunturas que tienen los seres humanos, por eso es algo simbólico. La semilla es símbolo de vida, es símbolo de generación, de adaptación, así como la semilla transforma en cada ciclo y se transforma en alimento, la semilla de este ciclo no es igual a la del siguiente ciclo, esto va a acompañado de comunicación con la comunidad, es un símbolo comunitario.
Su sentir como persona y como guía de este proceso, como resultado de la construcción de la Casa, a ella le genera una emoción grandísima porque están representados los cuatro rincones y el centro, no es una casa para una persona, es un símbolo de la colectividad en donde todos pueden caber, ahí simbólicamente van a estar junta toda la semilla de muchas comunidades y de muchas producciones, como símbolo de la protección y también demostrar físicamente lo resiliente que han sido como colectivo de Guardianes.
Destacó que la espiritualidad que acompaña cada ciclo es también el símbolo, todas las ceremonias que se hicieron a la Casa son de agradecimiento, de comunicación con los cuatro elementos (aire, fuego, tierra y agua) y el quinto que es el tronco, así como la ceiba representa el centro de su proceso y de su quehacer, igual a la casa de las semillas se le hizo su ceremonia en tres tiempos, el de debajo, sobre y arriba de la tierra.
Por último, mencionó que la Casa de la buena semilla es símbolo de su presencia como pueblo, su presencia como seres humanos que se comunican con los elementos, porque la semilla les da vida. Es la mejor riqueza que pueden heredar a los hijos y a los nietos, el poder conservar, producir, escoger y alimentarse de ella, la semilla es símbolo de vida, de conjunción también, no puede existir la semilla sin no hay tierra, viento, agua, sol y luna, es el símbolo de la armonía entre todos los reinos. Lo que han trabajado ha sido la semilla y el símbolo que representa la Casa de las semillas, que no es solamente el maíz sino todo lo que ahí se va a guardar.
La Casa de la buena semilla será un espacio para almacenar, intercambiar y proteger semillas criollas y nativas, y al mismo tiempo ayudará a conservar el patrimonio biocultural de los pueblos de la región. Al mismos tiempo funcionará como un mecanismo de resiliencia comunitario ante los impactos de cambio climático, pues permitirá tener a disposición semillas para recuperarse y enfrentar de mejor manera las largas sequías o inundaciones provocadas por tormentas y huracanes.
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