por Sébastien Proust
Con las ferias para compartir conocimientos y experiencias, se diseminan tecnologías y prácticas para la agroecología, la eficiencia energética y el cuidado del agua.
¿Es costoso hacer la transición agroecológica en una región, o un país? ¿Cómo asegurarnos tener agua suficiente en un contexto de cambio climático? ¿Son la leña y la biomasa energías para el futuro? Esas fueron algunas de las preguntas que encontraron respuestas durante las dos ferias de ecotecnias organizadas por comunidades locales con el apoyo del PPD México en este inicio del 2020.
La ecotecnias se definen como “innovaciones tecnológicas diseñadas con la finalidad de preservar y restablecer el equilibrio entre la naturaleza y las necesidades humanas”. Por ello, numerosas comunidades del sur de México implementan desde hace años este tipo de innovaciones para acompañar sus proyectos de desarrollo local. Sin embargo, a pesar de los éxitos en su implementación, aún se conocen poco, y difícilmente tecnologías diseñadas por ejemplo para la agroecología se logran transferir a otros procesos, como el de turismo comunitario.
Para lograr un conocimiento amplio de las experiencias exitosas, se organizaron dos ferias en este trimestre. La primera en Chacsinkín, Yucatán, se enfocó en la agroecología. Mediante 16 talleres, las y los participantes pudieron conocer un amplio abanico de propuestas. Por ejemplo, el grupo de Guardianes de las Semillas expuso su experiencia en materia de plantas medicinales, selección participativa de semillas y fertilización con microorganismos. La exposición, al igual que todas las demás, fue enteramente práctica, con la demostración en la huerta, en la selva y en la milpa de los procedimientos. Por ello, es importante precisar una característica importante de la ecotecnias: de forma general, son muy económica, y solo requieren conocimiento y pocos insumos para ser replicadas.
Otro ejemplo de ello son las estufas ahorradoras de leña Túumben Kóoben construidas con materiales de la región, como son el sascab, el holoch, el jugo de nopal, son replicables y pueden ser reparadas por las y los usuarios. La bomba de mecate, o los insecticidas naturales fueron otras de las ecotecnologias presentadas. El espíritu de todas y todos los exponentes siempre fue el mismo: el de compartir, de intercambiar de aprender juntos. Por lo tanto las ecotecnias aportan este aspecto de colaboración y cooperación que lo diferencian de productos que pueden ser adquiridos en tiendas o a través de asesoría muy especializada.
Considerando estos aspectos es importante democratizar el acceso a las ecotecnias. Por ello, presentamos por ejemplo el tema de energía solar. Se cree que es una tecnología compleja, que necesitan mucho conocimiento técnico y es muy cara. Sin embargo, en menos de 60 min, logramos, junto con los participantes, armar un sistema fotovoltaico y desarmar y rearmar una bomba sumergible solar. Este tipo de tecnologías, llamadas “intermedias” también tienen un potencial enorme para la transición sustentable a nivel comunitario. Eso mismo nos compartieron en un video de las tres mujeres de Bacalar, Alika Nayeli Santiago Trejo, Elide del Socorro López Ku y Vilma Noemí López Ku que fueron a la India por 6 meses y se volvieron unas verdaderas “Solar Mamas”.
El tema del agua será el tema principal de la segunda feria que se realizará próximamente en Xpujil, Calakmul, Campeche. En está región, afectada históricamente por la escasez de agua en las comunidades se demostraron otra serie de ecotecnias. La captación de agua de lluvia es un excelente ejemplo de ecotecnia. La organización IRRI, ha instalado captadores, diseñados y creados en México, en comunidades rurales de la zona, que permiten dar agua a las abejas y al ganado, y tener agua para prevenir incendios. Con estas tecnologías sencillas, de fácil mantenimiento y desplazables en caso de ser necesario, mejora la resiliencia comunitaria ante los efectos del cambio climático. Todas estas experiencias y conocimientos fueron documentados y publicaremos en el siguiente semestre el compendio. La meta sigue siendo la misma: que se conozca en cada rincón las ecotécnias y que se adopten para lograr mejorar la resiliencia comunitaria.
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