por Sébastien Proust
¿De dónde viene el pescado? “Del mercado de la colonia” podría decirnos un comprador o compradora. “Del barco de los pescadores” podría precisar un niño de una comunidad pesquera. El pescado lo proveen los trabajadores del mar, que se levantan muy temprano para llegar a lugares especiales con muchos peces, algunos con GPS, otros solo leen el mar con sus ojos cansados por el sol.
Foto: Abraham Puebla Castro
Pero si uno le pregunta a una cuidadora del manglar, quizás nos comparta otra historia. Rossana Rivero vive en la comunidad costera de Isla Arena, en Campeche. Inmersa en la Reserva de la Biosfera de Ría Celestún, la comunidad es famosa por su flota de pesca artesanal y el Museo de Pedro Infante. Como se encuentra dentro de las rutas turísticas tradicionales, los que visitamos este lugar, vamos porque sabemos que tendremos experiencias únicas que no se encuentran en otros lados; una de ellas, es visitar la fábrica de pescado que cuida Rossana y su familia.
Esta fábrica tiene chimeneas, techo y es muy activa. Solo que las chimeneas son neumatóforos y crecen en los pies del mangle negro para que puedan respirar, como una suerte de snorkel. El techo es una cobertura verde perenne de hojas de manglar que protege de los rayos del sol. La actividad, el flujo y reflujo constante de la marea, finalmente lleva a los alevines de todas las especies que se refugian en este lugar, a su destino, el mar abierto. Y es que los manglares constituyen la principal zona de alimentación, refugio y crecimiento de juveniles de crustáceos y peces. En efecto, los manglares son una verdadera fábrica de vida, de biodiversidad y sin ellos, la pesca artesanal no podría existir. Toda esa experiencia no es un conocimiento exclusivo de los científicos. En Wotoch Aayin, el centro ecoturístico que cuida Rossana y su familia, pueden contarles y ver esta historia.
En la misma comunidad encontramos a Israel, del Centro Ecoturístico Carey. Él también ofrece al visitante conocer más sobre el mangle, pero lo hace en una panga, a primera hora del día y con un toque adicional, ya que es especialista en aves. En este recorrido, el visitante conocerá cómo el manglar sostiene también a múltiples especies de aves, la más famosa de ellas, el flamingo, que pasa horas buscando con su pico esos pequeños crustáceos que protege el mangle, antes de regalarnos un espectáculo mágico cuando emprende el vuelo para encontrar otra zona de alimento.
Vista aérea en Celestún. Foto: Sébastien Proust
Un poco más al norte, en Celestún, Isaias también propone conocer desde dentro, en silencio, al manglar. Gracias al estado de conservación del área, los visitantes podrán adentrarse en verdaderos túneles de mangle y conocer otros animales que viven en este lugar, como el coatí ¿Cómo encontrarlo? Muy sencillo, es el número 1 en Tripadivsor.
Siguiendo el recorrido, en Sisal, podrán encontrar a un grupo de mujeres “Amigas del Manglar”, quienes con asesoría de ECOTONO AC, establecieron una Unidad Demostrativa, donde sembraron 320 propágulos de mangle, en una zona antes invadida por basura. Este sitio ahora llamado “EL MIRADOR DE LA CIÉNAGA” servirá para educación ambiental en temas de restauración, pero también sobre el desafío de la contaminación del manglar, el cual impacta a la fabrica de peces.
Seguimos nuestro recorrido en Río Lagartos, en el norte de Yucatán. En esta conocida Reserva, podemos conocer a otro habitante del manglar. Guiados por Henry, de la cooperativa River Flamenco Tours, podrán observar cocodrilos que viven en este ecosistema protegido por decreto federal y manejado por las cooperativas de la localidad. Ellos tienen una función para el ecosistema, ya que, con su cuerpo, regulan flujos de agua y contribuyen a mantener a la ría con flujos constantes de agua.
Foto: Amigas del Manglar
Foto: Claudia Novelo Alpuche
Terminamos en Quintana Roo, con la organización Oceanus A. C. Ellos son cuidadores del arrecife, donde implementan un proyecto de restauración mediante el cual lo visitantes pueden adoptar un coral. De toda la biodiversidad que depende del manglar, se demostró que los arrecifes, entidades vivas compuestas por corales, algas, crustáceos y peces, dependen también de la calidad del manglar. Su deforestación o degradación afecta por lo tanto a esos lugares mágicos.
Vista aérea en Xcalak. Foto: Sébastien Proust
El PPD colabora mediante proyectos y alianzas con todas estas comunidades del paisaje del Golfo de México y del Caribe conforme a su misión, la de construir soluciones locales ante amenazas globales, como en este caso la pérdida de biodiversidad. La buena noticia, es que ustedes, como visitantes, patrocinadores de restauración o como consumidores de pescado obtenido de forma legal y sustentable, pueden contribuir a apoyar a estas cooperativas. ¡Visítenlas y apóyenlas!
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