Jonathan Ryan y Sébastien Proust
Este mes de diciembre del 2022, se lleva a cabo en Montreal, Canadá, la COP15 de biodiversidad. Constituye una ocasión relevante para los países reunidos, los responsables de tomar acuerdos, para frenar la degradación de la biodiversidad y promover su restauración. Un tema fundamental para el nuevo ciclo en diseño, consiste en encontrar soluciones innovadoras y complementarias a las metas de Aichi. Esas planteaban para el tema agrícola que "para 2020, las zonas destinadas a agricultura, acuicultura y silvicultura se gestionarán de manera sostenible, garantizándose la conservación de la diversidad biológica". En el nuevo marco de negociación, existe la propuesta de inclusión de metas específicas para la agroecología, como la de la transición hacia un 25% de tierras agrícolas manejadas bajo esos principios.
Cada sector de la economía global, desde agricultura y manufactura hasta turismo y salud, dependen ya sea directa o indirectamente de la biodiversidad el cual constituye un bien común global. El uso sustentable y conservación de la biodiversidad requiere por lo tanto un enfoque global para movilizar recursos y cambiar comportamientos, gastos y políticas públicas que atentan contra la biodiversidad. Los sectores económicos con la mayor dependencia de la naturaleza son la construcción, agricultura y la industria alimentaria, con una contribución anual a la economía global de 4 trillones, 2.5 trillones y 1.4 trillones de USD respectivamente. La agricultura ocupa más del 33% de las tierras del mundo, según un reporte de la ONU. El gasto público no sostenible, por ejemplo en la forma de subsidios no adecuados, contribuye a la pérdida de biodiversidad y la degradación ambiental. Una publicación reciente de la FAO identifica que el redireccionamiento de casi 540 mil millones USD en subsidios contribuiría a la mitigación de sus impactos dañinos en 86% de los casos. Si no se aborda esta situación con la urgencia requerida, los riesgos de capacidades productivas menguadas seguirán incrementando. De acuerdo con datos del Observatorio Terrestre (Earth Observatory) de la NASA, en 2020 se perdieron aproximadamente 4.2 millones de hectáreas de bosque tropical primario, con la producción de alimentos contribuyendo con la mitad, y la otra mitad a raíz de cultivos de materia prima como la soya, maíz y agro-combustibles. Los criterios de sustentabilidad son críticos para la transición hacia economías más sostenibles. La agroecología reúne estos criterios en un enfoque que permite la evaluación de la sustentabilidad de los sistemas alimentarios, fomentando un cambio hacia la agricultura y alimentación sostenible.
Para entender la relación entre la agroecológica y la biodiversidad, preguntamos a 4 representantes de comunidades del sureste de México sobre su visión:
Santiago Tucuch Cab, cuyo apellido significa en maya “el cargador de abejas” de 28 años nos comparte que la “agroecología es una forma de vida, no solo implica conservación, sino que implica la parte social y cultural de una comunidad, como la cultura Maya”. Al practicarla, buscamos alternativas, usando insumos locales, que permiten regenerar los suelos. Nos comparte que al practicarla “se cuidan animales que rodean la milpa y los apiarios, como el venado, el armadillo, ya que reconocemos su rol en el círculo de la vida, y reconocemos que nos ayudan en nuestros sistemas de producción agroecológicos.
Santiago Tucuch Cab, Apicultor agroecologico en manglares de Isla Arena, Campeche
Miguel Ku Balam, cuyo apellido en Maya significa “Jaguar” nos comparte su práctica agroecológica en la Milpa. “Nosotros cuidamos a los grandes felinos como el Jaguar, el cual está relacionado con nuestros cultivos. Nos ayudan, desde la visión agroecológica, vemos que los jaguares y pumas nos apoyan para controlar los animales que afectan nuestro cultivo, y nosotros por lo tanto los cuidamos también. Si vemos huellas de jaguar, los dejamos en paz, porque sabemos que nos ayudan. Yo dejé de ser cazador, y me dedico al 100% a la agroecología, para cultivar maíces, calabazas, frijoles nativos y miel".
Dulce Magaña Cruz, directora del Fondo Para la Agroecología de la Península de Yucatán (FAPY), nos comparte lo siguiente: “Desde el FAPY, promovemos saberes y prácticas campesinas tradicionales, que se basan en la diversidad de plantas, animales y especies”. Añade que “la agroecología promueve la restauración de sistemas biodiversos, que incluyen a los insectos, los microorganismos, los polinizadores y la fauna nativa”. Concluye que “en el marco de la COP15, se debería reconocer a la agroecología como una medida de conservación de todos los elementos que acabo de mencionar!”.
Dulce Magañana directora del Fondo Para la Agroecología de la Península de Yucatán (FAPY) y productora agroecologica.
Paolo Xiu, doctorante en agroecología nos comparte que “La biodiversidad y la agroecología van de la mano, porque un principio fundamental es la diversificación, la cual ayuda mucho a nivel ecológico. Por ejemplo, la Milpa Maya, en la península de Yucatán, es un sistema agrícola que contribuye directamente a la biodiversidad, a través de la regeneración de suelos y vegetación, y permite aumentar la diversidad de especies en la Selva Maya”.
Estos cuatro testimonios, son una pequeña pero significativa muestra de un pensamiento generalizado que evidencian la relevancia de las metas en negociación en Montreal, para posicionar el tema de la agroecología cómo prioritario. La meta 10, que se enfoca hacia la agricultura y la pesca, tiene en la última versión del acuerdo de la CBD la siguiente propuesta: “[desarrollar planes de acción sectoriales específicos para el uso sostenible basados en la agroecología y los ecosistemas, enfoques y principios ambientales y en estrecha cooperación con los custodios de la biodiversidad, en pequeños agricultores en particular, sistemas alimentarios indígenas y mujeres] y [al menos el 25 por ciento de las tierras agrícolas se maneja bajo condiciones agroecológicas u otras que no dañan la biodiversidad u otras prácticas amigables con la biodiversidad]. Estos corchetes significan que aún está en debate la inclusión o no de dicha estrategia.
La coa, herramienta para el manejo agroecologico
Uno de los retos de la COP15 consiste en crear una estrategia que va más allá de la meta conocida como "30 x 30" (protección del 30% de la superficie terrestre y marina en el 2030). La agroecología puede constituir una nueva alternativa para conservar y restaurar la biodiversidad. Los países que están incorporado este tipo de transiciones en políticas públicas, como es el caso de México, pueden jugar un papel clave en las negociaciones para apuntalar este modelo regenerativo.
“La guerra de la humanidad contra la naturaleza es, en última instancia, una guerra contra nosotros mismos” comentó António Guteress, secretario general de la ONU durante la apertura de la COP 15. Y precisa que “es hora de que el mundo adopte un marco de biodiversidad de gran alcance, un verdadero pacto de paz con la naturaleza, y brinde un futuro verde y saludable para todos”. La paz con los sistemas agroalimentario a través de la agroecología puede constituir sin duda una solución escalable ante el desafío global de la pérdida de la agrodiversidad.
Maices nativos de las y los guardianes de las semillas en Yucatán
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